viernes, 7 de mayo de 2010

Justificante injustificado.

Hay muchas palabras que portan, o en muchos casos lastran, otros significados que no tendrían porque lucir. El caso de la afirmación "soy modelo", viene muy bien para ejemplificarlo.
Si una persona te dice que es modelo, independientemente de que estés viendo a esa persona o no, ya te hace pensar en dos cosas: Es una persona atractiva y no muy inteligente. Son dos significados asociados a esa palabra. Uno positivo y otro negativo. Esto no quiere decir que realmente sea lo uno o lo otro, pues puede que esa persona, ni sea tan estúpida, ni sea tan atractiva. Esto viene dado por el que escucha, ya que es él quien valora según su propia escala de valores, el atractivo y la estupidez.

Aquí está precisamente el quid de la cuestión de la subjetividad de las palabras, pues el valor asociado a una estatus, profesión o afición, no tiene por que ser solo uno. El emisor de un mensaje puede asociar lo que dice a algo y el receptor puede hacerlo a algo totalmente distinto.
Por ejemplo la afirmación "soy músico", puede ser percibido por el emisor como algo glamuroso, mientras que el que escucha, puede estar pensando que es un vanidoso, porque tocar la guitarra en tu cuarto, no te hace músico. A la palabra "músico" en si, se le suele asociar mas el adjetivo del primero, pero es algo que, más que decirlo, hay que demostrarlo.

Yo soy partidario de que las etiquetas me las pongan los demás, porque uno siempre es distinto a como le ve la gente. Aunque componga canciones, no soy compositor. No soy escritor, aunque escriba palabras. Creo que afirmar "soy compositor" o "soy escritor" es ponerme a la altura de gente que sí puede decirlo, o que no tiene la necesidad de hacerlo, devaluando así ese estatus que tanto trabajo le ha costado conseguir. No por editar vídeos y colgarlos en youtube, eres realizador o montador. No por hacer fotos eres fotógrafo. Y no por escribir un blog eres escritor.
Aquí es dónde quería llegar. La palabra "bloguero" tiene, al menos para mí, muchas connotaciones negativas. Uno asocia esta palabra a friki, pretencioso, pedante y a muchos otros significados, y rara vez se asocia a "escritor". Estas asociaciones a los "blogueros" posiblemente vienen por la cantidad de gente que usa los blogs para protestar, generalmente de manera incendiara, sobre temas que no son ni tan importantes, ni tan denunciables como el "bloguero" cree, o para contar al mundo entero sus pensamientos e inquietudes, a modo de diario, como si estas fueran de una importancia vital para los demás.
Con esto no quiero decir que haya dos clases de "blogueros", pero si creo que estas apreciaciones son las que se suelen asociar a quién tiene y escribe un blog.

"Yo tengo un blog." Lo digo y me chirría en los oídos, pero es cierto. Creo que no debería darme vergüenza decirlo, pero me la da. No soy "bloguero", o no quiero serlo. Quién quiera llamármelo en su derecho está, pues como he dicho antes, las etiquetas no debe ponérselas uno mismo. Pero aunque me gustara ponérmelas, esta es una que escondería.

Ahora, como justificación (aunque no me veo en la obligación de justificarme, pues es mi blog y pongo lo que me da la gana), digo que he creado este blog por aburrimiento, con el objetivo de entretenerme y en el mejor de los casos, entretener a otra gente. Lo primero lo he logrado. Lo segundo está por ver. Sinceramente, no creo que tenga nada nuevo, ni nada realmente interesante que decir, pero creo que para lo que busco, que es entretener, no es imprescindible.

2 comentarios:

  1. Bueno.. pues ya tenemos tu nuevo apodo. Nada de Neighbour, Undress o demás fruslerías: BLOGUERO, que seguro que te encanta, muahjajajajaja!!

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  2. Por cierto, suspenso en tildes.
    (Bueno.. nadie es perfecto)

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